viernes, 12 de septiembre de 2014

Rewind: Batman (1989, Tim Burton)



El año 1989 fue de órdago, y vimos el estreno de clásicos como Abyss, Indiana Jones y la última cruzada o El club de los poetas muertos; divertimentos como Arma Letal 2 y Licencia para matar o una de las comedias románticas por antonomasia, como fue Cuando Harry encontró a Sally.

También en 1989 presenció el segundo nacimiento del blockbuster, esta vez como fenómeno no sólo social y cinematográfico, sino en el concepto moderno del blockbuster, con el merchandising predominando la omnipresente campaña de promoción.

El blockbuster nación en 1975 con Tiburón y se afianzó en 1977 con Star Wars y sus secuelas. Lucas fue el primero en intentar aprovechar el tema del merchandising, más que nada por obligación, puesto que por el contrato que firmó con Fox, todo lo que sacara del merchandising iba para sus bolsillos, y como no hay mejor motivación que la necesidad, poco más hay que decir en lo que ha acabado siendo el merchandising de Star Wars. 

Ahora bien, como digo, en 1989 se produjo el nacimiento de lo que es el blockbuster tal y como Hollywood y los espectadores lo entendemos con esta adaptación del comic creado por Bob Kane y Bill Finger en 1939, aunque todo el crédito ha sido sólo para Kane. En 1986, Warner Bros decidió llevar a la gran pantalla a este personaje, que ya antes había sido visto en un serial de televisión en los 60, muy casposo todo por cierto, y lo hizo a lo grande, invirtiendo 35 millones de dólares (aunque algunas fuentes lo elevan a casi 50 debido a la huelga de guionistas, que afectó a la producción) pero dando la batuta a un inexperto Tim Burton, que hasta ese momento sólo había realizado varios cortos y un par de largometrajes: La gran aventura de Pee-Wee y Bitelchús, que si bien habían funcionado bien o muy bien en taquilla y habían cosechado buenas críticas, hacerse cargo del producto estrella de Warner para ese año podía parecer una empresa arriesgada (algo parecido volvería a ocurrir cuando Warner ofreció el relanzamiento de Batman a Nolan, que venía de algunos cortos, un mediometraje - Following - y un par de largos). Hay que señalar que Warner Bros sólo dio luz verde al rodaje de Batman tras el éxito económico de Bitelchús.

El primer escollo en el que se vio Burton fue la elección de Keaton como Bruce Wayne/Batman, muy criticada en su momento puesto que Keaton estaba más o menos encasillado en papeles cómicos y no era fácil asumir verle en un papel completamente diferente. Aunque se barajaron varias megaestrellas para el papel de Bruce Wayne, Jon Peters recomendó Keaton a Burton, debido a su actitud "nerviosa y atormentada", a lo que Burton estuvo de acuerdo. 
A Keaton se le rodeó de dos megaestrellas como Jack Nicholson en el papel de El Joker y Kim Basinger como la periodista Vicky Bale.

El rodaje fue en los estudios Pinewood, aunque Warner Bros consideró rodar la cinta al completo en sus estudios de Burbank. La producción contó con Anton Furst como diseñador de la misma y con Dann Elfman a cargo del score.


¿Y qué queda 25 años después (y alguna que otra revisión)?

Pues queda un film curioso como adaptación del personaje, con algunos contrastes, aunque a mí no me termina de convencer, más por apreciaciones mías subjetivas.

La película cuenta los orígenes de Batman, aunque no de la manera en la que estamos acostumbrados en el cine actual, sino más bien nos cuentan sus primeras apariciones públicas y en un flashback nos muestra el detonante en la relación entre Batman y el Joker. En este sentido, la cinta es más clásica que, por ejemplo, El caballero oscuro: aquí nos muestran la lucha de dos personajes, excepcionales ambos, aunque antagónicos en sus medios y fines. Son el reverso el uno del otro, y además, hay un componente de venganza personal que hace que el público se identifique mejor con Batman pero que, a mi modo de ver, desvirtúa no sólo al Joker sino también a Batman, diluyendo un poco uno de los aspectos básicos del personaje, y que creo que Nolan sí supo aprovechar: un vengador enmascarado, que hace la justicia por su mano.

Este aspecto, que dota al personaje de Batman de una amoralidad muy atrayente, aquí queda completamente desdibujada desde el momento en que se convierte en algo personal entre él y el Joker. Es verdad que esto hace más fácil al personaje al público, le permite conectar mejor en sentido de ser un héroe clásico al uso, con motivos plenamente justificados, pero que le pega un bandazo al personaje que le deja cojo, con un giro de 180º que a mí no me agrada en exceso (siempre teniendo en mente ese aspecto básico de la psicología del personaje y que lo define a la perfección: un ser amoral y alegal, que se salta la ley justificándose que eso es necesario para que haya verdadera Justicia,

El personaje de el Joker es, como digo, el antagonista, el reverso tenebroso de Batman: igual de inteligente que él, pero siempre enfocado a hacer el mal. La actuación de Nicholson, en V.O. me ha parecida menos histriónica y pasada de rosca que cuando la he visto doblada, y sí muy centrada en lo que requiere del personaje la historia, rozando casi la parodia, aunque sin caer en ella, muy sesentero todo en su look... Casi más comedia que terror. Es verdad que la historia no requiere más del personaje, más allá de ser "el malo", el enemigo de Batman, y encima es el responsable de la muerte de sus padres, con lo cual ya tenemos el dibujo del villano estandar, y no ese ejemplo de Mal que es la versión del Joker que Ledger y Nolan llevaron a cabo en 2008, más como fuerza o motor de actuación, de ser el gatillo que según quien lo apriete (Batman o Dent) te llevará a un lado de la ley o a otro.

Esta versión conceptual del Joker me resulta más atrayente, por estar más en consonancia con la época actual en la que vivimos, por lo que no puedo decir que la aproximación al Joker que realizaron Burton y Nicholson fuera mala, en absoluto, pues como digo, es lo que el tono de la historia requiere, simplemente que a mí me gusta y me atrae más el concepto que del personaje tienen Nolan y Ledger.

El personaje de Vicky Bale, interpretado con profesionalidad por Basinger no es nada interesante, más allá de ser el objeto de deseo del héroe y del villano, que apunta a origen del conflicto entre ambos hasta que aparece el tema de la vendetta personal entre ambos (idea que me parece muy cachonda y loquísima: tanto Batman como Joker son dos machos en celo, que se baten el cobre por la hembra deseada... más rancio y casposo no puede ser, aunque es verdad que este leit motiv es un pilar fundamental de muchas películas), pero no tiene ese calado en la historia más allá de mero resorte de la acción. Vamos, que está porque tiene que haber una chica que enamore al héroe. Y punto.

Este Batman burtoniano es un film muy teatral y oscuro, tanto en la puesta en escena como en la fotografía, mucha veces con luces duras sobre los actores, para recrear claroscuros no sólo desde el punto de visto artístico sino también para subrayar la psicología de los personajes, en un sentido más narrativo narrativo, pero a la vez tiene un toque colorista en el Joker y sus secuaces que me han recordado mucho a la serie de televisión, no por cutres (aunque sí me ha chocado ese contraste entre el diseño del Joker y todo lo que le rodea, muy colorista) con el tono oscuro que tiene la cinta en general.

Estos contrastes abundan en la cinta, y quizás hayan sido plenamente conscientes por parte de sus responsables, pero a mí no me terminan de convencer, ya que hacen que la cinta no termine, en mi opinión, de bascular definitivamente hacia un lado o al otro, como si no se atrevieran a ir con todo por miedo a alejar a los niños y a las familias o por miedo a pasarse por el lado colorido y cuasi cómico-paródico, por temor a perder a los fans del personaje.

Eso sí, hay que quitarse el sombrero ante el trabajo que Anton Furst hizo en esta cinta, y por la que ganó un Oscar: sencillamente maravilloso, con esa Gotham muy años 30, y un diseño de personajes y gadgets excepcionales.

Es verdad que respecto a los Batman que llevó a cabo Tim Burton, la película que siempre he apreciado más ha sido Batman vuelve, en parte por circunstancias personales, en parte por un apartado visual más maravilloso y arriesgado aún, quizás por se la más freak, más burtoniana que de Batman, aunque he de reconocer, que sin ser una adaptación que me convenza como adaptación al 100%, y mucho menos vista hoy en día, este Batman es un cinta muy estimable en muchos aspectos.





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