El Hobbit es la "precuela" de El Señor de los Anillos, y su llegada a la gran pantalla tiene una historia tan apasionante como la de la propia obra.
Todo se inicia a finales de 2003, cuando se estrenó El Señor de los Anillos.El retorno del rey, arrasando en taquilla (más de 1000 millones de $, sin 3D ni sin mercados tan potentes como Rusia y China) y en crítica y premios, consiguiendo, entre otros, pleno en los Oscar con 11 premios sobre 11 posibles, incluyendo Mejor Director y Mejor Película.
Esa cinta fue la culminación de un proyecto que Peter Jackson empezó a modelar en 1996, cuando intentó llevar a la gran pantalla la obra de Tolkien, primero en una bilogía pagada y distribuída por Miramax, y finalmente, en una trilogía amparada por New Line Cinema.
El rodaje comenzó en 1999 bajo una enorme expectación, ya que siempre se consideró El Señor de los Anillos un libro imposible de adaptar al cine, y en diciembre de 2001 se estrenó en todo el mundo la primera película, El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo, que despejó cualquier duda que los fans de la obra y el público en general pudieran tener sobre la adaptación. La peli arrasó en taquilla y se llevó 4 Oscar de 13 posibles. En diciembre de 2002 llegó El Señor de los Anillos. Las Dos Torres, que consiguió las mismas críticas entusiastas y recaudó aún más dinero que La Comunidad del Anillo, y así llegamos a diciembre de 2003, con El retorno del Rey, que como digo, fue el cúlmen de la trilogía.
Una vez acabada la trilogía de los anillos, y con Peter Jackson en modo Dios y ya enfrascado en esa maravillosa locura que es, en mi opinión, su remake de King Kong (2005), cinta excesiva, sí, pero apabullante por el amor hacia la obra original (como en su trabajo en El Señor de los Anillos), su sentido del espectáculo y la aventura y por ser un raro caso donde el remake ofrece variantes diferentes a la de la obra original. Como digo, ya desde esa época empezaron los rumores sobre una posible adaptación de El Hobbit, algo que muchos veían lógico dado el tremendo éxito de público y crítica que tuvo, tiene y tendrá la trilogía anillera, a cargo de Jackson & Cia, pero desde el primer momento, ese sueño húmedo en las oficinas de New Line se vio que iba a ser muy complicado de llevar a cabo, por varias razones, la principal de todas porque los derechos para producirla los tenía Saul Zaent pero para distribuir la cinta estaban en manos de United Artst.
Además, en 2005 Peter Jackson demandó a New Line porque creía que no le habían pagado todo lo que le debían en concepto de beneficios por las ediciones domésticas, video-juegos y merchandising relacionados con La Comunidad del Anillo. Lo que Jackson creía que iba a ser un contencioso menor y rápido de solucionar se extendió hasta 2007, pasando por varias fases, en las que el jefazo de New Line juró y perjuró que Jackson jamás volvería a hacerse cargo de una película de New Line. En septiembre de 2007 se puso final al contencioso entre Jackson y New Line.
Entre medias, en 2005 se puso a la venta United Artis/MGM, y en 2006, la nueva dirección de MGM hizo público su deseó de colaborar con New Line para llevar El Hobbit a la gran pantalla.
Así, entre estos dimes y diretes y deseos varios, en diciembre de 2007, New Line y MGM anunciaron que El hobbit llegaría a la gran pantalla, con Peter Jackson sólo como productor, en dos películas, con un presupuesto de 150 millones de $ cada una, estrenándose la primera parte en diciembre de 2011 y la segunda y última en diciembre de 2012. Los dos estudios co-producirían las cintas, encargándose New Line de la distribución en Norteamérica y MGM se encargaría de la distribución en el resto del mundo a través de 20th Century Fox.
Y cuando todo parecía que se ponía en marcha, otra demanda enturbiaba el ambiente: en febrero de 2008 Tolkien Estate y Harper Collins Publisher demandaron a New Line por incumplimiento de contrato y fraude, alegando que sólo habían recibido poco más de 60.000 $ a pesar d elos más de 6.000 millones de $ que había generado la trilogía por todos los conceptos. Por esos, pedían algo más de 200 millones de $ como compensación. En septiembre de 2009 se llegó a un acuerdo, cuyo resultado no fue hecho público, pero que según las cuentas de la Tolkien Estate, recibieon unos 38 millones de $ por parte de New Line.
A pesar de todos estos líos, a pre-producción se puso en marcha, y en abril de 2008 Jackson contrató a Guillermo del Toro como director y guionista. Entre agosto de 2008 y marzo de 2009, Del Toro, Jackson, Boyens y Walsh escribieron los tratamientos y estructuras de las películas, mientras Del Toro revisaba diseños y conceptos con Weta, viajando cada tres semanas desde Los Ángeles a Nueva Zelanda.Aunque la producción de la cinta estaba prevista que se hiciera durante 2010 en Nueva Zelanda, a finales de 2009 Jackson anunció que el guión definitivo no estaría listo hasta principios de 2010 y que el rodaje se retrasaría hasta mediados de ese año, poniendo en riesgo la fecha d estreno de la primera cinta.
La idea de Del Toro era que la primera película tuviera un tono propio y la segunda estuviera más relacionada con la trilogía anillera de Jackson, además de rodarse en 1.85:1 en vez de 2.35:1, y uso de animatronics además de maquetas, entre otras cosas.
Pero a mediados de 2010, Del Toro dejó la producción de la cinta, oficialmente porque los problemas económicos de MGM retrasaban el inicio del rodaje cada vez más tiempo. No obstante, a mediados de octubre d e2010, New Line y Warner Bros (hay que recordar que el fracaso en 2007 de La brújula dorada supuso la absorción de New Line dentro de Warner Bros) anunciaron que Jackson sería el director de El Hobbit, que serían dos películas y se rodarían en 3D a partir de febrero de 2001 en Nueva Zelanda.
Los problemas no acabaron aquí, ya que Jackson tuvo que enfrentarse a los sindicatos neozelandeses y a punto estuvo de llevarse el rodaje de las películas a otro país. Finalmente, a mediados de 2012, Jackson anunció que El Hobbit sería una trilogía, que engancharía con El Señor de los Anillos utilizando parte de los Apéndices que Tolkien escribió.
Y así, llegamos a diciembre de 2012, cuando El Hobbit. Un viaje inesperado llegó a los cines de todo el mundo. ¿Y que fue lo que nos encontramos?
Pues lo que nos encontramos es algo que necesita tiempo y revisionados, y sobre todo, intentar distanciarse de El Señor de los Anillos y su recuerdo, aunque Jackson intenta hacer que al final todo sea un todo.
Esto creo que es importante tenerlo en mente porque es muy difícil no tener en mente El Señor de los Anillos, tanto visual como narrativamente. Ese es el logro de la trilogía anillera: ha calado muy hondo y quizás se esperaba algo muy similar a lo ya visto (algo parecido ocurrió con la nueva trilogía de Star Wars y la cuarta parte de Indiana Jones... aunque la nueva trilogía de Lucas es una mierda que sólo tiene momentos sueltos para recordar y que el recuerdo y comparación con la trilogía clásica la hunde más y más aún en el fango y en el caso de Indiana Jones, sin ser perfecta, al menos sí es soportable y tiene sentido de la aventura, a pesar de los esfuerzos de, sobre todo, Lucas por convertirla en algo parecido en lo que acabó siendo la nueva trilogía galáctica).
He visto Un viaje inesperado dos veces en su montaje cinematográfico, y otras dos veces en su montaje extendido, y para empezar, aunque el material añadido no sea tan vital como en el caso de El Señor de los Anillos y como me imagino que será en La desolación de Smaug, prefiero el montaje extendido porque añade algo de humor y profundiza un poco más en algunos personajes y secuencias claves. Aún así, creo que Jackson tuvo cierto ataque de pánico y no consiguió desmarcarse de su propia obra anillera, ya que Un viaje inesperado recuerda mucho, a nivel estructural, a La Comunidad del Anillo: incio en la Comarca / primeras aventuras / descanso en Rivendel a mitad de la película / más aventuras / huída del reino goblin muy similar a cómo se planteó la secuencia de Moria y batallita final.
Y esto creo que pesó un poco (o un mucho) en la concepción de la gente sobre la película: todo era parecido a lo visto, muchas cosas recordaban a lo ya visto... pero no era exactamente lo ya visto, ya que veíamos por primera vez Dol Guldur, aparecía Sauron aunque sin ser el enemigo a batir, Azog como gran enemigo directo de Thorin, etc... pero todo sonaba/parecía muy familiar. Esto creo que pesó sobremanera a la cinta. Para mucha gente, el mundo de Tolkien era lo visto en El Señor de los Anillos.
Aún así, Jackson demuestra energía y pasión en la realización. Se nota que ama el material, y sus decisiones podrán ser acertadas o no, pero ese amor por la obra de Tolkien está presente siempre. Una cosa que siempre me ha parecido muy buena respecto a Jackson es que sabe diferenciar perfectamente la novela del cine. Me explico, hay cosas que en una novela quedan muy bien, pero en una película pueden no ser acertadas, por redundantes, por matar el ritmo, o incluso inventarse personajes o variar situaciones para reforzar ciertos temas que le parecen importantes de la historia. Ya lo hizo en El Señor de los Anillos, creo que de forma muy acertada, y aquí en El Hobbit también,
Y este amor por el material se nota, en Un viaje inesperado en la secuencia inicial en la Comarca, con la presentación de Bilbo y la llegada de los enanos. Mucha gente opinó que ralentizaba mucho el ritmo y que la cinta tardaba en arrancar. En mi opinión, críticas injustas, pues dura más o menos lo mismo que la secuencia de la Comarca en La Comunidad del Anillo, y sirve para presentar a 12 personajes (excelente diseño de todos ellos, por cierto, autónomos y perfectamente reconocibles a pesar de no tener todos el mismo protagonismo) y es una excelente secuencia que sirve para marcar el contraste entre el carácter de Bilbo y el de los enanos.
También es cierto que Un viaje inesperado puede parecer menos aventurera que, por ejemplo, La desolación de Smaug, al menos aparentemente. A ver si consigo explicarme: para mí, Un viaje inesperado sí que me parece una (muy buena) cinta de aventuras, y como digo, tiene una estructura prácticamente calcada a La Comunidad del Anillo, sólo que quizás la historia no es tan épica como en El Señor de los Anillos, y eso quizás le resta algo de fuerza en ese sentido, aunque esto se debe más a la obra original, que no es más que un cuento de aventuras muy ligero, y si uno no está iniciado en el mundo de Tolkien, la mezcla de El Hobbit con los Apéndices puede (y de hecho lo hizo) descolocar a muchos.
Aún así, creo que el ritmo de la cinta es el adecuado, pausado en general, pero con momentos de aventura donde el Sr. Jackson se desmelena con secuencias y planos marca de la casa, como la huída del reino Goblin, la secuencia de los acertijos en la oscuridad o la secuencia final, donde se aprovecha de los CGIs para movimientos amplios con la cámara y en planos largos.
Los actores están entre muy bien, tanto Martin Freeman interpretando a Bilbo y Richard Armitage como Thorin como Ian McKellen como Gandalf. El casting es todo un acierto. Armitage le da fuerza, carácter y personalidad a Thorin, en base sobre todo a su voz, muy grave, y Freeman se encuentra muy a gusto con su personaje. Ian McKellen como Gandalf sigue están sublime. Él ES Gandalf. De todas maneras, es un actor de los que le das la guía telefónica y te saca una interpretación acojonante,
Saben en qué tipo de cinta están, y se nota que se lo están pasando en grande. El resto de actores cumplen con sobrada profesionalidad. No se requiere más de ellos, y dan lo que les piden.
Uno de los temas donde se notan más los años de difernecia entre la trilogía anillera y la del hobbit es en el empleo masivo de CGI. Si bien en El Señor de los Anillos había uso de CGI, era más una parte de un conjunto de técnicas, donde las "miniaturas", decorados, maquillaje, CGI y captura de movimiento, empleadas con sentido común, han dado uno de los mejores ejemplos de el uso y empleo de los efectos especiales en una película.
Sin embargo, en Un viaje inesperado el CGI y la captura de movimiento es la práctica totalidad de los efectos especiales visuales. Salvo la Comarca y parte de Rivendel y algunos exteriores, el resto es rodaje en plató con empleo inmenso de CGI, lo cual me parece que le resta algo de ese encanto que tiene la trilogía de los anillos, aparte que algunos cromas cantan un poquito, quizás debido a la ingente cantidad de trabajo y el poco tiempo que tuvieron para completar la película.
Una pena que no se decidieran seguir con el ejemplo de El Señor de los Anillos y hubieran empleado más maquetas, por ejemplo, aunque en La Desolación de Smaug sí que hay una mejor balanza, y aunque el CGI sigue siendo predominante, tenemos los escenarios de la casa de Beorn, parte del Bosque Negro y el Reino de los Elfos del Bosque y, sobre todo, el maravilloso decorado que es la Ciudad del Lago.
Quiero destacar una cosa que, en parte no me parece mala de por sí, pero sí que me da algo de pena y rabia, y es el trabajo de edición de la música en Un viaje inesperado, que fusila miserablemente el trabajo de Howard Shore, reciclando incluso parte de algún que otro tema de La Comunidad del Anillo. No es una mala música, porque creo que el trabajo de Shore para la trilogía anillera es la mejor banda sonora de lo que llevamos de siglo, así de simple, pero imagino que no le tuvo que sentar mu bien ese fusilamiento a su score, que por otra parte es muy bueno. No llega al nivel de su trabajo para El Señor de los Anillos, porque eso fue algo mágico, pero sí que es muy bueno.
Es verdad que yo soy un enemorado de Tolkien y su obra, y quizás mi opinión no es la más objetiva posible, Vale, es cierto, pero a pesar de que reconozco que Un viaje inesperado no llega a ese nivel mágico que sí llegó El Señor de los Anillos, sí que creo que es una muy buena película de aventuras.
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