lunes, 29 de febrero de 2016

Spectre (Sam Mendes, 2015)



La saga de James Bond, a lo largo de sus más de 50 años, ha visto de todo, por así decirlo, yendo desde la aventura pulp más desenfadada a los thrillers más serios y oscuros, y no necesariamente cada cinta ha sido estrenada cuando mejor la convenía, como el díptico de Timothy Dalton, uno de los mejores Bond, pero los años finales de la década de los 80 no eran el mejor caldo de cultivo para esos thrillers con un Bond tan oscuro, muchísimo menos lúdico que el interpretado por Sean Connery o Roger Moore.
Tras el intervalo de Pierce Brosnan, unas cintas muy hijas de los años 90, lo cual significa que han envejecido (muy) mal, los productores de la saga decidieron darse un respiro y volver a reenfocar al personaje en un mundo post 11-S, con todo lo que ello implicaría. Además, está la irrupción de las cintas de Jason Bourne, que dieron un nuevo aire al cine de espías, en ese mundo tras el 11-S.  

Y así, en 2006, se estrenó Casino Royale, donde se presentaba a un nuevo actor, Daniel Craig, y a un nuevo Bond, mucho más humano, no tan sofisticado, sino más bien brutote, sin ese toque tan gentleman con el que se asociaba al personaje, y además, nos presentaban una aventura de iniciación, donde Bond aún no tenía el estatus de 00, y además, cuenta con el mejor personaje femenino de toda la saga, Vesper Lynn, un personaje que perseguirá a Bond en todas las cintas interpretadas por Craig.

Tras la traca final que supuso Skyfall, con motivo del 50 aniversario del personaje (y de la anterior Quantum of Solace, cinta de acción muy estimable si se enfoca como un díptico indisoluble con Casino Royale), llegamos a finales de 2015, con el estreno de Spectre, que tras el excelente sabor de boca que dejó Skyfall, y con la promesa de la aparición del archienemigo por definición de Bond, llevaría la serie de películas de Craig como Bond a un nivel superior, a ese cúlmen de lo que bond debería representar. Además, parte de los responsables de Skyfall, como su director, Sam Mendes, están involucrados en la cinta, por lo que todos esperábamos una cinta a la altura de la anterior película de la serie.

Pero no ha sido así.

Y es una pena, porque había material para una gran cinta de espías, pero lo que queda es algo frío, como sin pulir, con escenas de acción sin alma, como metidas con calzador, uno villanos sin carisma y una historia que a veces avanza porque así lo quieren los guionistas.

Y ahí radica el problema, en un guión al que le hacen falta algunas reescrituras para pulir esos defectos. Algo que puede achacarse quizás a las prisas por rodar y tener la cinta lista lo antes posible. Un error muy común en Hollywood, y del que nunca aprenden. y si el guión falla tan estrepitosamente, todo lo demás va detrás como un dominó.

Una decepción muy grande.