martes, 7 de octubre de 2014

El niño (Daniel Monzón, 2014)



Daniel Monzón es un tipo que tiene las cosas claras. Sabe lo que quiere y cómo lo quiere, y eso se nota. Y se está demostrando como un director muy válido para un género que no se suele prodigar mucho en el cine español, el cine de acción. Pero el cine de acción de verdad, no el de meter tropecientas explosiones porque sí, montar la película con planos cuya duración máxima sea de un par de segundos y contratar a un operador de cámara con Parkinson (para eso ya tenemos muchos ejemplos en el cine, sobre todo estadounidense).

No, el cine de acción de Monzón es uno basado en los personajes y la historia, donde hay tipos con algo que contar(nos) y la historia es la verdadera fuente de la acción (es la acción en sí).

Podrá luego salirle más o menos bien (que en mi opinión sí son cintas muy conseguidas... No perfectas, pero sí muy notables), pero como digo, esa honestidad a la hora de contarnos la historia, el cómo, y el tener las ideas muy claras hace que sea de agradecer que aún hay gente que se toma el género con seriedad y utilizando temas propios españoles para desarrollarlo.

Celda 211 era una cinta de acción donde, a raíz del motín carcelario, nos presentaron a uno de los personajes que, a mi jucio, se ha convertido en un icono del cine español: Malamadre (Luis Tosar en estado puro) y nos presenta pinceladas del conflicto de ETA, el trato a los presos y el día a día en una cárcel.

Ahora, con El niño, Monzón nos presenta, con un muy Michael Mann style, el tráfico de drogas en el Estrecho de Gibraltar, tema poco conocido salvo que vivas en la zona puesto que los responsables se han curado muy mucho de que sus problemas y conflictos no salgan a la luz pública, y donde hay muchos niveles.

Aquí vemos en dos historias que van en paralelo, pero debido a los avatares y desarrollo de la historia, se entrecruzan: por un lado tenemos a un policía solitario, Jesús (interpretado por Luis Tosar), obsesionado con su trabajo, con ganas de hacer algo que merezca la pena y a la vez intentado que no le torpedeen desde dentro, y por otro lado tenemos la historia de El Níño, un chaval que sobrevive gracia sa pequeños trabajillos, pero que gracias a su habilidad con las motos de agua y las lanchas motoras acaba entrando en el tráfico de droga entre Marruecos y España.

Como he comentado antes, durante la proyección de la película no paraba de relacionar esta cinta con los thrillers urbanos de Michael Mann, tanto el look de la película, como por el guión, cómo se desarrolla éste y por los personajes que nos presenta y cómo evolucionan.
En cuanto a las similitudes formales, obviamente destaca el look de las secuencias nocturnas, muy digital, y con la planificación y puesta en escena, con primeros planos y encuadres que buscan el formato cuasi-documental (como por ejemplo en la secuencia en la que Jesús y Eva están en el coche de ésta, oyendo una conversación grabada a El Inglés que afecta a Jesús; o la persecución nocturna entre la lancha del Niño y el helicóptero de la policía; o cuando el Niño, el Compi y Halil cruzan la frontera de Ceuta en busca de Amina, hermana de Halil que les ayudará en sus comienzos pasando droga por el Estrecho). Esta es una cinta con un trabajo técnico (excepto un plano en la playa, cuando están el Niño y Amina besándose, donde la iluminación canta por soleares) muy bueno, de muy alto nivel.
Respecto al guión, hay dos tramas bien diferenciadas, que aunque en principio jamás estarían destinadas a encontrarse, acaban chocando de frente. La trama que sigue a Jesús y la policía sigue el patrón michaelmannesco con personaje principal solitario pero obstinado en seguir hasta el final, cueste lo que cueste y caiga quien caiga, al que le rodean compañeros tan abnegados y entregados a la causa como él (¿O no?) pero que realmente son más un complemento del personaje de Jesús que personajes con peso propio en la historia (exceptuando el personaje de Eva, compañera de Jesús), mientras que por otro lado tenemos al Niño, personaje igual de obstinado y decidido a hacer lo que haga falta con tal de lograr su objetivo (al principio simplemente sacar unos miles de euros pasando droga y luego intentar salvar la vida del Compi).
Ambos personajes son dos fuerzas destinadas a chocar, donde sólo puede quedar uno de los dos, pero que al fin y al cabo, están de la mitad para abajo en el mundo de la droga, con personajes en la sombra muchos más poderosos que se les escapan. Aún así, tanto Jesús como el Niño consiguen una victoria pírrica (no es un happy ending ni mucho menos... Es agridulce... Un sí pero no).

En los debes de la cinta, tengo que señalar que la trama amorosa entre el Niño y Amina, sin estar mal desarrollada, sí que está un poco forzada dentro de la historia. No es algo descabellado, pero es una concesión muy hollywoodiense de la cinta, puesto que así hay interés amoroso, pero tampoco es que sea el motor desencadenante del desenlace (afortunadamente). No molesta, pero a lo mejor replanteando la situación desde el guión se hubiera podido reconducir con otros personajes y aligerar algo el metraje.

El trabajo de los actores es, en general, muy bueno. Destaca sobre todo Luis Tosar, por presencia y carisma en pantalla. Su contrapunto en la historia, El Niño, interpretado por Jesús Castro, cumple, sin destacar ni por bueno ni por malo. Es verdad que le queda un trecho y tablas, y su mirada le condiciona para esa pose de niño malote pero en el fondo buenazo, pero no me ha parecido, ni mucho menos, que su trabajo sea malo.
El resto de actores cumple con solvencia y profesionalidad. Como digo, tampoco requeiren sus papeles de más que eso: profesionalidad y presencia, pero como digo, ahí están y cumplen su cometido a la perfección.
Me ha parecido curioso lo de Ian McShane como El Inglés. Tengo la sensación que su trama ha sufrido cortes, puesto que hubiera dado igual contratar a McShane (un actor como la copa de un pino) que al primer inglés que pasara por allí y incluso a un actor español, puesto que el personaje de El Inglés no cruza ningún diálogo con ningún personaje de la película. Es verdad que su presencia es muy física, pero me ha dado la sensación de actor y personaje desaprovechados, vista la calidad del actor que lo interpreta y lo que vemos del personaje en pantalla.

Como digo, un buen thriller, dirigido con pulso y brío, entretenido y muy minucioso a la hora de reconstruir el tráfico de drogas en el Estrecho, con las ramificaciones que implica.

Recomendable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario