martes, 30 de diciembre de 2014

The interview (Evan Goldberg / Seth Rogen, 2014)



La película que está en boca de todo el mundo, que supuso el hackeo masivo de Sony Pictures, otra fuente de conflicto entre USA y Corea del Norte, su no-estreno-ahora-sí-la-estreno... 

En fin...

LA película que todo el mundo habla...

Y me ha parecido la nada más absoluta.

Ojo, algo apuntaba en el trailer final, pero es verdad que una comedia en los tiempos que corren, y más viniendo de sus autores, pues era de esperar encontrarse con situaciones más o menos escatológicos y referencias sexuales, pero es que lo de esta cinta no hay por donde cogerlo.

Y tiene una buena idea de base y unos 15 minutos iniciales prometedores, donde parece que Goldberg, Rogen y Franco se ríen de sí mismos y del star system hollywoodiense, con la complicidad de gente como Eminem, Rob Lowe o Joseph Gordon-Levytt, pero tras ese arranque, la cinta es un sindios que no hay por donde cogerlo, salvo que tengas 14 años y te hagan gracia los chistes basados en caca-culo-pedo-pis.

Los protagonistas, Rogen y Franco, son dos periodistas de éxito, productor y presentador respectivamente de un programa de entrevistas que sólo busca el amarillismo y el sensacionalismo, que por esas cosas de la vida, descubren que el dictador de Corea del Norte, Kim-Jon Un es un megafan de su programa. El personaje de Rogen busca el reconocimiento profesional, produciendo noticias que realmente interesen a la gente, pero se vive bien vendiendo mierda y miserias de la gente, mientras que el personaje de Franco, pasado de rosca hasta decir basta, es la típica representación del americano ignorante, que sabe donde está su mano derecha y poco más.

A partir del momento en que aparece la CIA para convencerles de que maten al dictador norcoreano, la cinta entra en caída libre, siendo una sucesión de chistes basados en la escatología y en referencias sexuales de cualquier tipo.

A mí, personalmente, este tipo de chistes, y más cuando se abusa de ellos, no me hacen ningún tipo de gracia, por lo que por ahí a mi ya me tienen perdido.

Además, la cinta tiene un grave problema de ritmo, con secuencias en las que los personajes de Franco y Kim-Jon Un interactúan y se relacionan, entablando una especia de amistad, que lo matan (el ritmo) de forma muy notable. Además, en su afán de ser irreverentes, hay también una especie de subtrama entre el personaje de Rogen y una oficial norcoreana, con sus chistes graciosetes de transfondo sexual, que también dispersan mucho el interés de la cinta, aunque luego confluyen en la parte final.

Como digo, como comedia no me ha parecido nada del otro mundo, pero utilizar esta cinta como alegato o símbolo de la libertad de expresión es, cuando menos, echarle mucho morro. ¿Es irreverente? Pues sí, pero no por serlo ya tienes ese honor ganado. Además, la evolución del personaje de Franco, de convencido seguidor de Un a enemigo furibundo al descubrir la verdad es de una brocha gorda que asusta. Vale que la peli es lo que es, una comedia y no habría que pedirle mucho más, pero una cosa es rebajar cosncientemente el listón porque los objetivos de la película no dan más de sí, y otra pegar esos bandazos y evolucionar a los personajes de esa manera tan burda.

En fin, que ni merece la pena extenderse con esta película, ni la cinta da más de sí.

No es la peor de las comedias, porque como digo tiene unos 15 minutos iniciales prometedores, pero no da más de sí.

Si de verdad os apetece una comedia de este tipo, una sátira sobre un tirano, es infinitamente mejor El gran dictador que esta The interview.



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