viernes, 6 de noviembre de 2015

Marte (The Martian, Ridley Scott, 2015)



Ridley Scott llevaba una racha que no había por dónde cogerla, con films absolutamente decepcionantes como Prometheus (2012) o Exodus. Gods and Kings (2014) o simplemente fallidos como The Counselor (2013). Su último film bastante decente fue Robin Hood (2010), que a mi juicio, sobre todo en su montaje extendido, es una cinta de aventuras bastante notable, y nos tenemos que remontar a 2005 y el montaje copleto de Kingdom of Heaven para tener su verdadera última gran película (sin contar con su trilogía de inicios de los 2000, con Gladiator -excelente revivial del peplum, consciente de todo lo bueno y lo malo que ello conlleva, pero siendo plenamente consciente de lo que se traía entre manos-, Hannibal -valiente e infravaloradísimo thriller- y Black Hawk Down -maravilloso ejemplo de dirección, planificación y montaje-). Scott es un director muy dotado para lo visual pero que necesita un buen guión sobre el que partir, puesto que a veces se pierde en el continente y no presta suficiente atención al contenido. Es verdad que entre medias ha realizado varios films, de factura profesional pero que no han dejado huella. Había dudas sobre si Scott había entrado en un periodo de crisis, pero con esta The Martian ha dado un puñetazo sobre la mesa, y nos ha regalado una cinta de aventuras pura y dura, un divertimento de primera clase, que tanto Scott como el guionista Drew Goddard saben de dónde vienen y adónde quieren llegar, que no es ni más ni menos que entretener de la mejor manera posible, de forma honesta, que el público no se sienta engañado y que salga del cine plenamente satisfecho. 

Que no es poco.

Tras Gravity e Interstellar, la ciencia ficción ha entrado en un periodo de obras trascendentales, poco lúdicas. yo no tengo ningún problema con eso. Es más, a mi me gustan mucho tanto esas películas como ese enfoque (creo que la ciencia ficción es un género que se presta fenomenal a ello), pero aquí nos encontramos con un juguete, un divertimento que ya venía de la novela en la que se basa la película, una oda al buenrollismo y al optimismo, sin gravedad y trascendencia. Tenemos un problema y lo vamos a solucionar, porque nosotros lo valemos. Y punto.

Como digo, tanto Goddard como Scott son conscientes de la base de la que parten, y no se separan ni un milímetro de ese camino, ahorrándonos encima jerga y cháchara técnica con una puesta en escena directa, sencilla (que no simple) y totalmente efectiva para con sus intenciones y el desarrollo de la historia. Scott además alterna las peripecias de Watney (un Matt Damon bastante acertado) con la parte de la NASA y los compañeros de Watney en su regreso desde Marte, lo cual da un dinamismo y agilidad a la película, que no decae en ningún momento, y eso a pesar de sus casi 140 minutos de duración.

Como siempre con Scott, el apartado visual es soberbio. no hay sensación de "gravedad" e "importancia", sino de aventura, de ganas de seguir con Watney y ver cómo resuelve el siguiente problema que se la plantea. Tengo que destacar los planos generales de Marte, que Scott filma como si se tratara de un western, algo que además se recalca con la explicación que da el propio Watney de sentirse un colonizador y pionero de Marte. Scott nos ha regalado alguno de los planos más bonitos de este año (puede que no sean los mejores, y tengan ayuda de los VFX, pero son bonitos, y con eso se queda el espectador).

En fin, que The Martian es una muy buena cinta de aventuras. Un dignísimo entretenimiento.

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